En medio de un mercado saturado y sin originalidad, en el que normalmente se gana por el precio, la propuesta de esta pizzería delivery es destacarse por la excelencia de los productos y la calidad de atendimiento. La Oliva es una pizzería delivery que nace con su posición orientada por la marca. Comenzando por la planta e instalaciones del edificio, la selección de ingredientes y la definición de una carta más reducida y balanceada, pasando por la formación y la remuneración de los empleados y el cuidado en la entrega, todo fue pensado para que fuese posible crear una experiencia única para los clientes.
La identidad visual de la pizzería debería hacer tangible toda la esencia y propuesta de valor de la marca, además de estar preparada para el crecimiento del negocio.
Por ser una pizzería delivery, el principal punto de interacción de la gente con la marca es la propia caja del producto. Y al abrirla es cuando el cliente se dará cuenta de todos los detalles y los cuidados que hacen con que el producto haya llegado hasta él con calidad diferenciada. Naturalmente, el diseño de la marca y los grafismos que componen la identidad se inspiraron en el formato de la caja de la pizza, materializando toda esta propuesta.